La Universitat de Lleida (UdL) será la única universidad catalana que ofrecerá una cátedra de estudios occitanos a tenor del acuerdo que suscribieron ayer el Ayuntamiento de Lleida, la Diputación de Lleida y el Conselh Generau d’Aran con la UdL.
Gracias a este acuerdo, explicó el rector de la UdL, Joan Viñas, se podrá impulsar la cátedra que se creó en el centro universitario en 2005 y que actualmente funciona como una entidad interna del Departament de Filologia Catalana i Comunicació, reconocida por el Consell de Govern de la UdL. En la actualidad, explica la directora del Departament, Núria Perpinyà, hay seis investigadores que llevan a cabo sus trabajos sobre la historia y el presente de esta lengua.
Con el protocolo de intenciones se dio un paso más para que se impulse esta investigación y, además, se contribuya al despliegue de la Llei de l’Occità, aranès a l’Aran, aprobada el 22 de septiembre del 2010 por el Parlament de Catalunya.
Pese a que el acuerdo de ayer es una declaración de intenciones, los firmantes explicaron que en el documento se asentan las bases para que se impulse de forma definitiva esta cátedra.
De esta forma, los estudios contarán con la financiación de las tres instituciones, de forma que la Paeria y la Diputación aportarán un 40% de los recursos necesarios (el importe todavía no se ha especificado), y el Conselh Generau d’Aran aportará el 20% restante.
A partir de la firma de ayer, que fue el último día de Joan Viñas como rector de la UdL, los impulsores se han puesto de margen cuatro meses para poner las bases de organización de la cátedra, siendo uno de los temas clave la dirección de la misma.
Sobre este tema, que no ha estado exento de polémica (ver despiece), el rector dijo que, como profesor, responsabilidad que tendrá a partir de hoy, “no descarto a nadie que sea un elemento impulsor de la cátedra. Tenemos que buscar al mejor”.
Viñas reiteró, a su vez, que será el próximo rector el que nombrará al director, con el visto bueno de los firmantes del acuerdo (todas las instituciones) y del Departament de Filologia Catalana i Comunicació. El convenio también establece la creación de una comisión de seguimiento de las actividades de la cátedra, comisión que estará formada por representantes de las instituciones y un consejo asesor.
Gilabert, por su parte, aseguró que deberá buscarse “a las mejores personas (para la dirección), labor que corresponde al rector y no a las instituciones”. La idea es buscar a una persona suficientemente relevante para que, en un plazo de seis años, pueda conseguir recursos para que la cátedra se autofinancie, apuntó Gilabert.
La sospecha de que Carod será el director provoca la polémica
La Catedra d’Estudis Occitans de la UdL nace en medio de la polémica. La filtración por parte del digital Directe.cat de la intención de colocar al frente de la misma al ex vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod Rovira, condición que imponía el presidente de la Diputación, Jaume Gilabert, y que bendecían la directora territorial de Cultura, Carme Vidal, y el alcalde de Lleida, Àngel Ros, con el visto bueno del rector Joan Viñas, generó muchas reticencias en la comunidad universitaria a pesar de los intentos por desmentirlo que pusieron los interesados en cuanto se supo la noticia.
Las diferentes visitas de Carod a Lleida en los últimos meses, en las cuales se había entrevistado con estos protagonistas, mantenidas con un mutismo inusual cuando se descubrieron; el secretismo con el que las instituciones implicadas ha trabajado el protocolo que ayer se firmaba, a espaldas incluso del Departament de Filologia i Comunicació, que es de quien dependerá la Cátedra a nivel académico, y las prisas por rubricar el acuerdo –la intención era hacerlo la semana pasada–, sin que ni el nuevo rector, que tomará posesión hoy, estuviera al corriente y tampoco se hubiera dado a conocer el contenido del protocolo a la directora de Filologia, Núria Perpinyà, acabaron incrementando la sospecha sobre la pretensión de colocar en el cargo de director al ex vicepresidente de la Generalitat. De hecho, todos los implicados han mantenido y mantienen una buena relación con Carod Rovira. Gilabert se alineaba políticamente en la rama carodiana de ERC; la amistad con Ros se remonta a la época en que éste era directivo de Coca Cola, empresa con la que colaboraba en un concurso de redacción en catalán, y Carme Vidal ha sido ponente de la ley del aranés impulsada desde la vicepresidencia de la Generalitat dirigida por Carod.
Ayer, todos los patronos de esta catedra volvían a insistir en la transparencia con la que se gestionará la designación del nuevo director y apelaban al texto del protocolo rubricado ayer. Sin embargo, el perfil que dibuja el acuerdo era objeto de controversia hace sólo cinco días entre el presidente de la Diputación y la directora del Departament de Filologia. Mientras Perpinyà explicaba que desde la UdL apostaban un perfil académico, el presidente provincial le respondía que había de ser una persona de proyección internacional y referente en todos los sectores, tanto empresarial como económico y político.
Font: La Mañana